Un compresor de aire se parece mucho al cuerpo humano. Requiere mantenimiento de rutina y revisiones regulares para asegurarse de que funcione como se supone que debe hacerlo.
Por ejemplo, mientras que un corazón bombea sangre para mantener el cuerpo funcionando, un compresor de aire hace circular lubricantes para mantener la máquina en funcionamiento. Sin una lubricación adecuada, el elemento de compresión, el corazón del compresor de aire se ve amenazado por altas temperaturas, costos de energía elevados y eficiencia más baja. Los enfriadores, tapones y separadores causan restricciones, lo que podría provocar un “paro cardíaco” al compresor de aire.
Para evitar tal catástrofe, se recomienda tomar en cuenta las siguientes prácticas para mantener la longevidad de su máquina:
Muestreo de aceite. Este es un elemento comúnmente ignorado en el buen mantenimiento de compresores de aire. Cuando se realiza con regularidad, los usuarios pueden controlar la condición de su fluido para ver cómo se mantiene con el tiempo y tomar las medidas adecuadas si surgen síntomas (por ejemplo, presencia de desgaste de metales). Cuando no se efectúa, pueden suceder varias cosas, todas ellas malas. Los componentes pueden fallar, los equipos pueden apagarse y las garantías pueden anularse. Aunque muchos usuarios que toman muestras de aceite regularmente lo hacen para cumplir con su garantía, esto es importante para los compresores de cualquier edad.
Engrase de motores eléctricos. Los usuarios que piensan que los motores eléctricos no son propensos a fallar pueden recibir una sorpresa desagradable. Cada motor tiene requisitos de engrase que son especificados por el fabricante. Si usted es diligente con el engrase adecuado, puede evitar la contaminación, bajar las temperaturas y hacer reparaciones manejables. Si no lo es, podría estar buscándose una falla catastrófica, lo que le costaría mucho tiempo y dinero.
Registros diarios. Más vale prevenir que lamentar. Las comprobaciones diarias del equipo pueden garantizar un funcionamiento óptimo, pero algunos usuarios pueden dejar pasar meses antes de una inspección adecuada. Mantenerse al tanto de los problemas antes de que sean demasiado grandes puede ayudar a evitar situaciones de tiempo de inactividad evitables.
Mantenimiento al sistema de condensados. Muchos usuarios no ejecutan este protocolo fundamental, que debería ser parte de la lista de verificación diaria. Si el drenaje falla (lo cual es algo propenso), el agua puede ingresar al proceso aguas abajo y dañar los equipos sensibles, o bien el aire puede escapar y reducir la eficiencia. Mediante una evaluación regular, se puede esperar una operación adecuada.
Auditorías de fugas de aire del sistema. Estas pueden ayudarle a ahorrar en costos de energía al evitar fugas y desperdicio de aire comprimido. Una línea de aire de un cuarto de pulgada con fugas a 100 psi costará miles de dólares en un año y reducirá la eficiencia a diario. Las fugas de aire pueden ser difíciles de escuchar en una instalación ruidosa, pero la evaluación al comienzo del día, cuando la instalación está más silenciosa, puede hacer que sea más fácil detectarlas.